SE LLAMABA…
Se llamaba…”no me acuerdo”
Se llamaba “blues”de noche, “cicatriz”
y era toda una hemorragia de sugerencias…
Miradas lésbicas.
Verbos animales.
Y un jarrón de sangría coronando la escena…
Se llamaba “tripas” también, se llamaba “puta”, a veces
y pintaba sus ojos de un verde,
un verde-dólar,
y era una pesadilla erótica
pidiendo un delivery de falopas
mientras tomaba vino caro de un vaso sucio
en la cocina de su demencia…
Y no tenía, no tenía un pelo inocente
entre sus ropas…nada más
amor hiriente, como el amor que tapa cloacas solitarias
y despedidas melodramáticas en la puerta
del “hotel rompecorazones…”
Poca cosa llorar sola en la cama,
casi nada aquel intento de suicidio…morir así,
desangrada en un tugurio del Sur salvaje
es un lujo, un toque sutil y glamoroso
para terminar con toda esta absurda novela…
y… por si a alguien le importa
ella también se llamaba “herida”.
ERKER 2010-01-24